Parroquia
CAMPAÑA CONTRA EL HAMBRE DOMINGO 13 DE FEBRERO
<<Nuestra indiferencia los condena al olvido >>
La campaña de este año se realiza bajo el lema: “Nuestra indiferencia los condena al olvido”. Pretende despertarnos ante el mal de la indiferencia que está en la causa de que las diferencias entre los países se hayan incrementado tras la pandemia.
La tarea que nos planteamos es evitar que el muro de la indiferencia y la desigualdad condenen al olvido a más de mil millones de personas empobrecidas y hambrientas ante las que nunca debemos volver la espalda. No podemos permanecer impasibles ante la desigualdad que condena al olvido y a la marginación a mujeres, niños, ancianos, personas con discapacidad, minorías étnicas… que representan a los “desheredados” de la tierra.
Nuestro mundo se vio golpeado hace casi dos años por la pandemia de la COVID-19, que ha cambiado la realidad que nos toca vivir. El coronavirus no solo ha puesto al mundo en jaque en cuanto a salud se refiere, sino que ha agravado la desigualdad y el número de personas con hambre aguda en el planeta.
La actual crisis social y sanitaria, que ha venido a sumarse de manera catastrófica a la crisis económica y medioambiental, que ya convertía la vida de millones de personas en un desafío casi insalvable, empujará a otros 500 millones de personas a la pobreza. Y, si no hacemos algo urgente, el hambre podría alcanzar a más de mil millones de personas en los próximos años.
Pero, por desgracia, estas cifras esconden rostros de seres humanos que no tenemos tiempo ni de mirar ni de tener presentes. Vivimos en una sociedad marcada por el individualismo en la que la desigualdad nos parece algo normal. Y con nuestros comportamientos y actitudes condenamos y marginamos a millones de seres humanos.
No podemos seguir ignorando la dura realidad que viven millones de personas en el mundo que, cada día, se están volviendo más invisibles y más olvidados a causa de nuestra indiferencia. No querer ver la desigualdad hará invisibles a las personas más pobres del planeta.
Con el lema “Nuestra indiferencia los condena al olvido”, queremos alzar la voz ante la creciente indiferencia que se está instaurando en nuestro mundo, pues constituye uno de los mayores desafíos de nuestra Institución y queremos denunciarlo en esta Campaña. Queremos despertar conciencias anestesiadas para que nadie se quede atrás, porque no es posible construir un mundo diferente con gente indiferente.
Si no reaccionamos, sin nuestra mirada, atención y apoyo, los más pobres del planeta serán olvidados y se harán invisibles. Que la pobreza y el hambre no sean invisibles depende de ti.
¡Actúa!
Video oficial con motivo del 775º Aniversario de la sede episcopal en Segorbe.
Esta mañana, nuestro Obispo, D. Casimiro López Llorente, ha presidido el acto de presentación del Año Jubilar con motivo del 775º Aniversario de la creación de la Sede Episcopal en Segorbe (1247/2022), y, por ello, del nacimiento de nuestra Iglesia diocesana de Segorbe-Castellón Es un Año de Gracia de Dios que debemos aprovechar espiritual y pastoralmente, una ocasión especial para hacer memoria agradecida del pasado, de purificación y renovación personal, comunitaria y pastoral en el presente que nos aliente a salir a la misión, con la fuerza del Espíritu Santo, para llevar a todos la alegría del Evangelio. Ya que el origen de de la Iglesia no está en uno mismo, sino en Dios.
Os animamos desde aquí a seguir comprometidos con el anuncio del Evangelio para que nos lleve al encuentro personal con Jesucristo y crecer juntos como pueblo de Dios
Dentro video
Conversión de San Pablo
«ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación. El que crea y se bautice se salvará; el que se resista a creer será condenado. A los que crean, les acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos.» Evangelio según san Marcos (16,15-18)
Ayer se celebró la fiesta de la conversión de San Pablo.
San Pablo respondió a la llamada de Jesús con un cambio radical de vida, pasando de ser perseguidor de los cristianos a anunciar a Cristo a todos en las diversas culturas con las que se encontró. Es el encuentro con el Señor el que le cambió la vida; también es así en nuestra experiencia como cristianos.
Necesitamos encontrarnos con Jesús. Todo lo nuevo nace de ese encuentro.
Jesús, en el Evangelio de ayer nos invitó a compartir su misión. Como él, estamos ungidos por el Espíritu Santo. Si confiamos, Dios dará la idoneidad y los recursos para la misión; no hacen falta otros títulos. Siempre, hemos de preguntarnos ¿Qué señales nos acompañan en el anuncio del Evangelio